En honor al héroe agrario Jorge Muñoz
Junto a ti marchaban mil rostros oscurecidos
del polvo del desierto que se tiñó de ocre
el óxido goteado dia a día de sus sienes resignadas
de sus manos ajetreadas
para poner en sus mesas
el destino obligado de su carne
Mientras que a lo lejos
miran como espejismo lejano del desierto
a una masa revoltosa
que quiere comer como sus dueños
indignados inyectan su baba envenenada
y yo quiero gritarles !asesinos!
cuando tu sangre no es tinta para sus papeles amarillos
Junto a ti marchaban las manos de mil madres
la esperanza de sus niños
el zapatito que no calzará tu hijo
que ahora se queda sin padre
y aprenderá desde el vientre como es la Navidad en un pesebre
Junto a ti se levantó,
también, mi sangre
ferviente e incendiada, que no pudo acompañarte
a tomar tu cántaro quebrado
a cosechar justicia para tu valle
ese valle de la lágrima
donde todos los días llora un corazón abatido
de hambre,
de sed,
del
P
E
S
O
de su cruz
que no encuentra aún
un Cristo que le ayude a levantar la cara
y gritar al sol
su libertad.
Roxana Angelats